lunes, 11 de marzo de 2013

Un buen amigo me repetía constantemente que esta generación (mi generación) sería recordada por siempre en la historia. Pero no sería recordada como lo fueron antiguas, que si bien no lucharon con armas, lo hicieron con el poder de las palabras. Nosotros, por el contrario, seremos recordados como la generación de cobardes que hasta ahora hemos sido. Y bien que lo decía con aire impotente y con cierto reclamo. Tenía razón, y todo el derecho que reclamar. La Venezuela que estamos dejando para los niños de hoy, no es la misma que recibimos nosotros. Nosotros fuimos dueños de una Venezuela en la que se podía andar en bicicleta por las calles sin temor. Una Venezuela libre de ese miedo que ahora nos invade a diario. El miedo a despedirnos de alguien en la mañana, y no verlo con vida nunca más a causa de la inseguridad. Una Venezuela que fue ganada con la sangre y el trabajo de grandes hombres. ¿Es justo entonces que seamos una generación de egoístas? ¿Somos acaso una generación que no compartirá los buenos recuerdos de la niñez? Más aún, ¿por qué creemos que el temor a quienes tienen poder nos da el derecho a eso?

Yo no quiero ser parte de una generación de cobardes. Quiero ser parte de una generación que lea, que se eduque. Que forme su propio criterio. Que luche a través de las letras, y no a través de la violencia. Quiero una generación de valientes, que no tengan a miedo a decir lo que tienen que decir. Una generación que no tema quejarse por lo que considera incorrecto. Así será mi generación, porque así somos los venezolanos. Y así serán también las generaciones siguientes. Porque tenemos sangre de pueblo libre y soñador. De pueblo echao pa´ lante y trabajador. Un pueblo que siente, que ve, que escucha y que piensa.

Me pareció adecuado iniciar este blog de esta manera, en vista de las próximas elecciones. Nosotros tenemos nuestra forma de dar las batallas. No necesitamos trampas ni mentiras para salir adelante. Estamos llenos de esperanza y del deseo de un futuro mejor para el país. Y motivados por eso, saldremos a luchar este 14 de abril. Lucharemos por la causa más noble y justa de un pueblo soberano: salir de 14 años de atraso. Salir de 14 años de odio, de 14 años de un país pintado en dos colores. Para al fin vestir todos la camisa tricolor. Este 14 de abril demostremos que no somos una generación de cobardes. Saldremos a las calles y con cada voto aportaremos nuestro escalón a la escalera que nos llevará a una Venezuela mejor.

¡Sé parte de la generación de valientes!